La custodia se refiere al derecho y la responsabilidad de cuidar y criar a un niño menor de edad. En el contexto del derecho de familia, la custodia se convierte en un tema importante cuando los padres se separan o divorcian, ya que es necesario determinar con quién vivirá el niño y quién tomará decisiones importantes sobre su crianza, educación y bienestar.
Existen diferentes tipos de custodia que pueden ser otorgados por un tribunal, entre los cuales se incluyen:
- Custodia física: Determina con quién vivirá el niño de manera habitual. La custodia física puede ser otorgada a uno de los padres (custodia única) o compartida entre ambos padres (custodia compartida).
- Custodia legal: Se refiere al derecho de tomar decisiones importantes sobre la vida del niño, como su educación, atención médica y religión. La custodia legal también puede ser otorgada a uno o ambos padres, independientemente de la custodia física.
En algunos casos, la custodia puede ser compartida de manera tanto física como legalmente. En otros casos, uno de los padres puede tener la custodia física principal del niño, pero ambos padres pueden tener la custodia legal conjunta y participar en las decisiones importantes sobre el niño.
La determinación de la custodia se basa en el «mejor interés del niño», lo que significa que se consideran una serie de factores, como la relación con cada uno de los padres, la estabilidad del hogar, las necesidades emocionales y físicas del niño, entre otros aspectos, para garantizar que se tome la decisión que mejor promueva el bienestar del niño.